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Fuga de flujo magnético (MFL)

 

El principio básico de esta prueba no destructiva es que un imán fuerte induce un campo magnético en el material. En áreas donde hay corrosión o metal faltante, surgirá un campo de fuga. La salida del detector se puede digitalizar electrónicamente para sistemas de inspección automatizados. Todas las indicaciones se almacenan, así como su ubicación. Las áreas defectuosas o los puntos en las placas se pueden identificar y reparar fácilmente. En el rango de 6 a 20 mm, se pueden inspeccionar todos los fondos de tanques ferromagnéticos y también se pueden probar superficies revestidas (limitadas).

 

 

 

La fuga de flujo magnético (MFL) es un método de prueba no destructiva que se utiliza para detectar corrosión y picaduras en estructuras de acero, más comúnmente en tuberías y tanques de almacenamiento. MFL es una técnica de detección que detecta cambios volumétricos. La desventaja de la fuga de flujo magnético es que no se informan valores absolutos sino cambios volumétricos relativos. Sin embargo, es una herramienta muy adecuada para detectar puntos defectuosos en las placas. Después de realizar la inspección MFL rápida, solo las áreas "sospechosas" de la superficie del fondo del tanque se cuantificarán mediante la prueba ultrasónica lenta pero más precisa.

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